El Valle 37
Ninguna pintura o película podría expresar los horrendos genocidios y que la humanidad ha sido testigo. Son escenas horribles y escalofriantes que sólo muestran el poder del mal, pero existe una historia, un lugar, un valle de muerte, donde la oscuridad y la muerte no pudieron prevalecer. ¡Es el valle 37! Dónde la esperanza no ha muerto.
No hay otro lugar. No existe un espacio o terreno en
que pueda existir una semilla de esperanza y perdón. Hoy descubrí que existe
una esperanza, pero no se adonde. Miro al lado, hacía adentro, hacia abajo y
veo todo igual. Pregunto a uno y el otro se enoja. Miro aquel lugar, y otros me
desaniman ¿Qué puedo decir? ¿Vendrán días mejores? ¿Se cumplirá su Palabra?
¡Perdona mi ignorancia! ¡O no! Es mi desesperanza o mi incredulidad. He visto
tanta maldad, mentiras y engaños en donde se supone que no debiera haber, que
solo puedo decir: ¡Me rindo! ¡Parece que estuviera en medio de un valle de
muerte! Por eso te llamo, quiero conocerte más. ¿Si tú resucitaste muertos, por
qué no lo haces nuevamente?
Estaba rendido en el suelo cuando volvió a abrir los
ojos. No podía creer lo que estaba viendo. Se puso de pie y al ver tan horrible
escena, su corazón comenzó a latir hasta el punto de perder el conocimiento,
sus rodillas comenzaron a doblarse del temor, estaba en medio de un valle de
puros huesos putrefactos. El temor controló su cuerpo y lo único que alcanzo a
gritar fue: ¡Dios sálvame! ¡Sácame de aquí! ¿Dónde estoy?
‘¡Qué
horrenda escena!’ Dijo alguien que se le acercó ¡No
solamente es horrenda, sino el olor que sale!... ¡Es tan extraño el olor!
¡Puedes calmarte!, ¿Pero cómo
me voy a calmar? ¡Estoy en medio de cadáveres! ¡No sé si es una fosa común o un
genocidio! ¡Si esto es un sueño o pesadilla quiero que termine ya!
¿Acaso tú no me llamaste?. ¿No ofreciste tu vida para
cambiar algo? ¿Si, pero? ¡No te preocupes! Como estabas no
podías hacer nada ¡Yo te traje aquí! ¿Pero,
para qué? Yo no quiero este infierno.
No es el infierno. Te invite a ti, porque se que
puedes hacer algo para mí. ¡Pero si
tú dijiste que como estoy no sirvo! Yo no dije que no servias ¡Cuando
alguien se ha rendido y no se siente preparado, es cuando esta listo para mí!
¿Pero que tiene que ver este cementerio? ¡Yo no quiero
la muerte!
Porque no quiero que te acostumbres a vivir con los
muertos te he traído aquí ¡Comenzarás a vivir y a ver las cosas como yo las
veo! ¡Mira de nuevo al valle! ¿Qué ves? Huesos y esqueletos de pequeños y
grandes, veo miles de personas que han
muerto.
¡No han muerto! ¡Todos ellos viven alrededor tuyo!
¿Qué? ¿Cómo que viven alrededor? ¡Muchos de ellos son los que tu
vez cada fin de semana! ¡Son aquellos que te preguntas porque no viven lo que
creen! Otros, son los que están afuera. Otros son los que están a punto de
perderse, pero miles de ellos son los que el diablo ha usado para traer miedo,
dolor e injusticia sobre los más pequeños.
¿Los puedes ver? Son todos los que han perdido la
esperanza. ¡Muchos de ellos se han ido tras otros dioses! Muchos fueron en
busca de prosperidad, aventuras e ilusiones de sus corazones. ¡Eso es
egocentrismo, vanidad e idolatría por el mundo! ¡Ellos están acá porque se
dieron cuenta muy tarde, aunque algunos quisieron o quieren volver, no pueden!
¿Pero tú crees que de aquí saldrá algo bueno? ¡Tú
eres el primero que saque de aquí! Creó que me puedes ayudar! ¿Ayudar?
Dime: ¿Vivirán estos huesos? ¿Tú crees que se puede
levantar de aquí una generación para mí? ¿No sé?
Tu lo sabes ¿Hay muchos que conozco y no se si cambiarían? Además tú dijiste
que muchos han querido volver y no pueden y otros definitivamente morirán
¡Porque no llamas a otros! Ya los llame y muchos están aquí. ¿No
se, viendo este escenario y sintiendo este olor, creo que es imposible? ¿Y
para mí? ¡Eh..., no creo que para ti no! Ahora
pongo mi Espíritu sobre ti. Míralos y profetiza sobre ellos, aunque sean huesos
secos y putrefactos, diles: ¡Huesos secos, escuchen el mensaje de esperanza!
Diles que he llegado su tiempo.
Comencé a temblar y lo único que sentí fue que de mi
boca comenzaron a brotar palabras desconocidas que decían: ¡Así dice el Señor! ¡Abran
sus oídos huesos secos! A todos ustedes que perdieron la esperanza del cielo,
que están aturdidos por el sueño, aquellos que se cansaron de esperar la
promesa y están con miedo de mirarme a mí. ¡Hoy pongo espíritu sobre ustedes
para que vuelvan a vivir! ¡Habrán sus ojos y oídos, vean como los tendones y la
carne comienza a subir sobre ustedes!.
Era tan impactante todo lo que se veía, el miedo a
todo el alboroto era estremecedor, mis piernas se doblaban del temor al ver a
millones de huesos formando cuerpos de chicos y grandes. Al mismo tiempo cuando
profetice, un temblor envolvió el lugar. ¡Yo dije! Si, esto no es el infierno,
entonces qué. ¿Como explicar ver la piel moviéndose para cubrir los huesos?
Pensaba, ¿Vale la pena todo esto? Y me volvió hablar; ¡No
pares, vuelve a profetizar! Llama al Espíritu y dí: ¡Espíritu ven de cada rincón
de la tierra y sopla sobre estos muertos!
Esta es la generación deseada. Mi corazón esta puesta
en esta generación, por eso debes hacerlo. Profetiza
sobre ellos la presencia de mi Espíritu, que se mueve sobre la tierra y en
medio de un estruendo el Espíritu entro sobre ellos y todos comenzaron a
levantarse. Era una escena espectacular, huesos uniéndose, esqueletos recibiendo
carne, muertos levantándose. Era un espectáculo incomprensible para la mente
humana, pero era cierto ante mis ojos. Sin previo aviso comenzaron a formarse
como un ejército grande en extremo. ¡No lo podía creer! Por alguna razón sabía
que de este poderoso ejército que se había levantado habían muchos que nadie
daba un peso por ellos, muchos eran despreciados y desechados por el sistema de
este mundo.
Otros eran lo que habían dado la espalda al Señor, es
más, muchos eran los que se habían aprovechado de la fe. Pero aquí estaban.
Neciamente había preguntado: ¿Qué bueno se puede sacar de estos huesos? El
Espíritu respondió: ¡Si de Nazareth salio el Salvador
del mundo! ¿Por qué de estos huesos secos no puede salir algo bueno?
Volví a mirar hacia ellos y vi como cada uno comenzaba a levantarse a la orden que
se le había dado, todos como en armonía comenzaban a formarse, vi la obediencia
y el temor envolviendo sus vidas. Él se acerco y me dijo: ¡No
existe una generación dorada para mí! Cada época tuvo valientes que fueron
marcados por mí, pero este ejército en extremo que vez, es diferente. La
creación anhelaba esto, mis ancianos de la fe profetizaron de ellos y el diablo
los esperaba, pero lo que no sabe es que este ejército será el que lo humillara
con sus actos portentosos de mi presencia. ¡Esto es traer el cielo sobre la
tierra, esto es lo que ustedes llaman avivamiento!!
¡Si esto es!! Ya no serán los mismos!!!