Convicción
Escribo
desde el centro de la prueba, de la misma crisis. En la espera de una promesa
que no se cumple aún, en la impaciencia de una palabra de fe que no la veo,
pero la siento en mi ser. He pasado escases, miedos y he estado con fatiga espiritual
en el camino, me he cansado peleando la batalla. Un día hago temblar las
puertas del infierno, al otro día estoy escondido, rodeado por un ejército que
espera mi caída. Han habidos enfermedades, lágrimas, soledad y a veces
menosprecio.
El silencio
de esperar a veces a significado el aislamiento por aquellos que me aman. El
fracaso y mis errores me miran y como si fuera poco, el diablo insiste en que
mi futuro no cambiara. Veo puertas cerradas y un silencio en el cielo, recibo
respuestas como un ‘no’ o que no es ‘tiempo’. A pesar de
todo esto y por lo que me pueda atemorizar a futuro, he llegado a una
conclusión en toda esta temporada de cambios. ¡Estoy seguro! ¡Estoy convencido!
He sido persuadido a que nada. ¡Nada! Me separara del propósito que Dios tiene
para mí, nada me separara de su Reino. Alguien insinuó que este año terminaría
sin nada, pero escuche una voz que declaro en mi corazón: ¡Mi propósito se
cumplirá!
Mientras el
enemigo se opuso, levanto argumentos y trajo una presión infernal por la palabra
profética declarada hacia mí, una declaración nació de mi corazón: ‘¡diablo, lo
único que lograste con toda tu oposición y terror demoniaco, es que mi espíritu
y todo mi ser llego a la conclusión final, inquebrantable! ¡¡Convicción!!
De la
convicción ahora paso al cumplimiento. Lo que comenzó en el corazón cubierto
por las pruebas, ahora saldrá a la luz como el fruto de la fidelidad y la
obediencia. Lo que Él comienza lo termina.
Bienvenido 2016.