Por el amor que me tiene, Él me volvió hablar: ...´Mi espera es para que crezcas en la fe. Para que mires bien donde caminas y donde caminaras mañana. No es para que te sientas hágonico o seas un pretexto para mí, quiero que veas que bien hago las cosas para los que amo. Tú espera, te llevará a la ansiedad y a las malas decisiones.
Yo no estoy sujeto al tiempo tuyo. No es demora, la espera es para mostrarte el propósito que tengo para ti. Lo que tu llamas esperar, es por causa de una respuesta. Mi espera es para formarte y cumplir mí propósito.
¿Cuándo he llegado tarde?
¿Cuándo he dejado de responder?
¿Cuándo he dejado de amarte?
Tú espera, está motivada por la necesidad y tú impotencia, pero llega el tiempo en que la espera será motivada por la confianza, por el amor. No habrá necesidad, sino relación.´
La relación lleva a la confianza. En latín, esperar significa: Permanecer en un lugar al que se cree o se sabe que ha de llegar una persona o ha de ocurrir una cosa. En hebreo (QAVAH) significa: Mirar a Dios, unirse a Dios, es estar atado o ligado a Él. Tiene que ver con nuestro espíritu, mirando a Dios y uniéndose a Él. Lo que menos queremos escuchar o sentir, es que debemos esperar. Nosotros lo interpretamos como algo eterno, más cuando Él habla simple y claro.
Para la mayoría es una lucha comprender en una urgencia, enfermedad o escasez ¡esperar!, más allá de nuestros limites y fuerzas. Pero cuando ya todo se ha excedido de nuestros pensamientos, Él mismo cumple su palabra.
''¡Quédense quietos y sepan que soy Dios!
Toda nación me honrará.
Sera honrado en el mundo entero''.
(46.10/Sal.)
''Ciertamente ninguno de los que esperan en ti será avergonzado,
sean avergonzados los que sin causa se revelan''
(25.3/Sal.)
Esperar es un proceso de relación y de conocimiento de quién es Él. La relación produce confianza en que Él hará, Él responderá lo que prometio. ¿Cuándo crecemos? ¡Cuando hay confianza!
No hay comentarios:
Publicar un comentario