Ha
llegado a ser tan popular cuando se dice “Dios lo sabe todo” O “Dios todo lo
escucha”. Qué, aunque lo damos por hecho, es más real y profundo de lo que
creemos. No solamente se ha perdido el temor a Dios, sino que hemos perdido la
capacidad de discernir y de estar consciente de su presencia en cada momento,
en cada lugar y en cada circunstancia.
Claro
que Dios lo sabe todo y esta consciente de todo lo que pasa, él no solamente está
al tanto de todo, sino que está en control total. Todo lo que pasa, lo bueno y
lo malo, él determina la última palabra. Pero en vez de dudar y discriminar a
Dios por lo que pasa, hay una verdad más profunda que debiéramos saber. “Los
ojos del SEÑOR recorren toda la tierra para fortalecer a los que tienen el
corazón totalmente comprometido con él...” (16.9/2Cr.). Es el mismo
mensaje de Apocalipsis 5.6 donde revela que los ‘ojos de Dios recorren toda la
tierra’. Dios no solamente sabe todo, sino que recorre la tierra y ¡Mira! Hay
cosas que le llaman la atención, hay gestos y palabras que le llaman la
atención, pero hay algo que lo detiene a mirar y a responder “Corazones
rendidos a él”. Cuando él mira, es porque ha sido tocado, es porque lo que vio
y escucho está en el deseo de su corazón. ¡Él mira!
“Y el Señor miró con agrado…” “Y vio también a una viuda…” (4.4/Ge.) (21.2/Lc.) Todo lo que
haces, lo que piensas y dices en público o en el secreto, él lo sabe. Los
cristianos lo saben e incluso el mundo en general sabe que hay un Dios que está
mirando. Pero Dios te está mirando a ti, quiere saber de ti. Algo parece que le
llama la atención y tu no quieres decírselo aún, aunque él lo sabe, espera que tú
le abras el corazón. Otros miran las apariencias y nos apresuramos en juzgar,
pero Dios no. Por eso le dijo al profeta: “No mires según su apariencia, porque
yo no miro como el hombre, sino el corazón” En estos días difíciles para el
mundo, pero de gloria para la Iglesia, Dios está recorriendo el mundo, te está
buscando. Quiere detenerse a tu lado, él quiere recordarte que todo lo que
prometió, lo cumplirá.
Él
nos quiere confirmar que todo lo sembramos, lo cosecharemos, que todo lo que
hacemos para él, no solamente traerá recompensa, sino que Dios como Padre nos
mira y viene en ayuda a los que están comprometido completamente con él.
Avivamiento y Expansión son parte de la demostración genuina del Padre hacia
nosotros.
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